miércoles, 4 de diciembre de 2019


PONE EN ÓRBITA UN SATÉLITE CON 16 AÑOS


Julián Fernández tiene 16 años y estudia 4º de la ESO en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón. Pero a diferencia de otros chicos de su edad, este chaval de La Línea (Cádiz) pasa buena parte de su tiempo con proyectos relacionados con el espacio. Pertenece a Fossa Systems, una asociación formada por jóvenes estudiantes que están a punto de hacer historia guiados por él.
"Somos una asociación sin ánimo de lucro con sede en Madrid y lo que hacemos es desarrollar sistemas abiertos de picosatélites (satélites pequeños) para democratizar el acceso al espacio. Que cualquier empresa, persona, colegio, o universidad pueda lanzar su dispositivo al espacio para experimentación, o sensores con fines comerciales como montar su propia red de comunicaciones, de observación terrestre... Estamos enfocados en reducir el coste de lanzamiento y de ahí viene el satélite tan pequeño. El coste de lanzamiento es directamente proporcional al tamaño, volumen y peso que tiene el satélite. Lo que hemos hecho es miniaturizar esos satélites, lo hemos hecho más asequible y hemos desarrollado este nuevo sistema modular por el que podemos distribuir y vender estos satélites".


La prueba de fuego será el próximo mes de octubre, cuando el Fossa Sat-1 sea lanzado a través de Rocket Lab, una empresa privada. Los 25.000 euros que cuesta el lanzamiento los han conseguido a través de una operación de crowdfunding en la que se anuncia lo siguiente: "Permitiremos que miles de estudiantes o personas interesadas tengan acceso a comunicaciones globales. Y lo haremos creando la primera red global de telecomunicaciones sin necesidad de infraestructura terrestre. ¿Cómo? Mediante el uso de receptores caseros de menos de 4 euros a los que se puede conectar cualquier persona o sensor de monitorización".
Y todo gracias a un satélite que cabe en un bolsillo y que tendrá una misión muy concreta: "Para validar y enseñar que funcionaba le teníamos que dar una misión específica, que en este caso es la creación global del Internet de las cosas, que es abierta y gratuita. Esto no significa internet para cualquier persona que quiera entrar en Google. Es una conexión a muy baja velocidad para enviar paquetes de sensores de monitorización, por ejemplo. O en el campo de la agricultura para un sensor de temperatura que todos los días emite una señal para que se riegue. Tenemos cobertura global para que cualquier persona tenga acceso a la red un mínimo de una vez al día y hemos hecho algo nuevo que es crear esta red abierta".


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